El trastorno de Síndrome de Diógenes , si no se aborda, continúa empeorando a lo largo de la vida del paciente. Esta persona probablemente entrará en una lucha de por vida para obtener el control total. Sin embargo, existen dos tratamientos habituales que se suelen aplicar en los casos de acaparamiento compulsivo. Estos deberían permitirle al paciente manejar eficazmente los síntomas.
El primer tratamiento del Síndrome de Diógenes es con medicamentos.
Los estudios realizados por laboratorios de investigación han mostrado resultados positivos con medicamentos antidepresivos en acumuladores compulsivos que han tomado paroxetina (Paxil), fluoxetina (Prozac), citalopram (Celexa), sertralina (Zoloft) y fluvoxamina (Luvox).
Sin embargo, algunos estudios de casos mostraron una mejora mínima o muy leve en el comportamiento bajo la influencia de estas recetas. Su propósito es aumentar la actividad de la serotonina en el cerebro.
Pero, en general, cuando se tienen en cuenta diferentes tipos de trastornos obsesivo-compulsivos, las personas que sufren de acaparamiento compulsivo tienden a no responder tan bien a las terapias medicinales.
Otro tipo de tratamiento del acaparamiento que ha demostrado ser eficaz para controlar el comportamiento del Síndrome de Diógenes es la terapia cognitivo-conductual.
Este proceso generalmente implica algo más que asesorar a la persona para encontrar la causa raíz de por qué siente una necesidad abrumadora de recolectar ciertas cosas. Este tipo de tratamiento, la terapia cognitivo-conductual, generalmente requiere una visita a domicilio del terapeuta. También se abordan las mejoras en la toma de decisiones y la inculcación de habilidades organizativas. Si el terapeuta tiene éxito, el acaparador notará una mejora dramática en su calidad de vida y verá cuánto espacio tiene realmente para vivir su vida.
El tratamiento de la terapia cognitiva del acaparamiento desafiará esas emociones dentro del paciente que apoyan el acaparamiento y los preparará para la siguiente fase del tratamiento, que es el proceso de desorden. Esta fase permitirá a la persona clasificar sus artículos y eventualmente vivir en un hogar limpio. No se aborda toda la casa a la vez, sino una habitación a la vez. El trabajo del terapeuta es ayudar al acaparador a tomar las decisiones correctas sobre lo que donarán a la caridad, tirarán a la basura o guardarán. Esto implica un enfoque metódico que va habitación por habitación, sin mirar toda la casa a la vez. Una vez que una persona llega a este punto y las habitaciones comienzan a despejarse, el tratamiento se enfocará en el mantenimiento y la prevención de recaídas.
Una de las técnicas más avanzadas
Es el tratamiento del acaparamiento en pacientes con este síndrome implica el uso de imágenes cerebrales para calcular la cantidad de actividad cerebral.
Cuando se descifraron los datos de este estudio de imágenes cerebrales, los investigadores encontraron que los acumuladores tenían un patrón único en el cerebro que no se encontró con los no acumuladores. Aquellos que tenían un deseo incontrolable de recolectar cosas mostraron un metabolismo significativamente más bajo en la parte del cerebro que procesa lo que visualizan.
A medida que se realicen más y más estudios sobre el tratamiento del acaparamiento, los investigadores podrán diseñar medicamentos para atacar específicamente las disfunciones cerebrales asociadas con el acaparamiento. Los tratamientos en el futuro también podrán abordar la incapacidad de procesar correctamente la información que se encuentra en personas con síndrome de acumulación compulsiva.